jueves, 3 de mayo de 2012

Nunca te arrepientas

El tiempo pasa, inexorable indudablemente. Algunas veces creemos hacer lo mejor y esperamos que el tiempo nos acabe dando la razón. Otras veces simplemente tomamos la decisión menos dolorosa o traumática.

Lo cierto es que sea como sea, para conseguir las cosas importantes de esta vida toca arriesgarse, no en vano se dice que para hacerse una tortilla hay que romper los huevos.

No se puede caminar despacio por este mundo, y esperar no tener que tomar decisiones duras y complicadas. Solo esperamos que no se de el caso, y aún cuando este se presente, tener que elegir entre dos caminos tan diferentes que estará claro cual hay que tomar.

Pero la vida nunca nos da un respiro tan claro y evidente. Las cosas que tenemos que hacer muchas veces bordean tanto la linea que ya no esta uno seguro de que lado de esta estará en ahora mismo. Ciertamente las complicaciones nos las buscamos muchas veces nosotros mismos. En cambio hay otras en las que es una jugarreta del destino la que nos impone tomar decisiones difíciles.

Arriesgarse es la parte interesante de la vida, como cuando montas en bici y pruebas a quitar una mano, sabes que te puedes caer, pero el riesgo, el saber que puedes ir más allá es lo que hace divertido conseguirlo. Incluso imitar a otros que lo han hecho puede llegar a disuadir a la parte sesuda que nos insta a mantener por seguridad las dos manos en el manillar.

Y la pregunta es, ¿que es la vida sin riesgo? Acaso no sería aburrido, saber que cada mala decisión que tomes no tendrá ningún repercusión, que todo volverá a su sitio aunque tardemos más, pero solo avanzará cuando hacemos lo correcto. Y lo más importante ¿de verdad queremos vivir con esa red de seguridad?

Yo personalmente no, porque es como quitarle al helado ese momento en que la boca se te congela, como entrar a bañarte a la piscina o el mar y omitir el momento inicial de frío, que hace que luego sea más placentero mantenerse en el agua que ya esta "calentita".

Verdaderamente, sin sufrimiento no hay recompensa. Si todo nos gustase, como sabríamos que eso es algo bueno que tenemos que disfrutar, para el caso siempre es lo mismo. Pues con las decisiones pasa lo mismo. Si no hay una mala solución, o al menos una menos buena, que gracia tiene elegir cualquiera, si el resultado será exactamente el mismo.

Pase lo que pase mañana, nunca te arrepientas de lo que has hecho hoy, pues aunque hayas errado, esto te enseñará una valiosa lección. Así que en vez de quejarte, aprende y no te distraigas enfadándote por lo que ya no tiene solución.

Recordar siempre esto: "donde estas ahora, todo lo que tienes, se debe tanto a las buenas, como a las malas decisiones, si te hubieras equivocado donde acertaste, o a la inversa, ahora no tendrías lo que posees, ni estarías así".

Si creéis que todo os va mal, cambiadlo, puede que un mañana mejor solo este esperando a un yo futuro vuestro más fuerte y sabio que el actual. Yo os dejo con esta reflexión y os digo...
nunca te arrepientas.

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