lunes, 15 de octubre de 2012

A veces estamos solos

La soledad, esa pesada carga de la que todos huimos, tratando de poner tanta distancia como se pueda para alejarse de algo tan repudiado casi como el olvido. Y es que estar solo muchas veces es sinónimo de tristeza.
 
Y en cambio otras veces la soledad es la única cura para encontrarse a uno mismo de verdad. Ya que alejado de la demás gente es cuando uno ciertamente puede darse cuenta de que le mueve, de aislarse un poco de todo lo que nos influye.
 
La soledad ayuda a conocerse a uno mismo y refuerza la personalidad. Esto bien entendido es una ayuda para uno mismo.
 
Tenemos que saber que la soledad obligada puede transformarse en la elegida si nos esforzamos por sacarle partido a esos momentos en los que no queda más remedio que estar solos, pues seguramente más adelante deseemos tener esa intimidad cuando nos veamos agobiados por mucha gente o compromisos.
 
Como siempre digo, aprovecha lo que tienes en el momento y no desees lo que más adelante no quieres, ni desestimes lo que en un futuro anheles.
 
La soledad hay que entenderla como un espacio para ser uno mismo, para buscarse, para divertirse sinceramente con las cosas que nos gustan y sobretodo, para no ocultarnos tras una mascara que agrade a los demás.
 
Tenemos que aprovechar y desmaquillarnos, quitarnos las etiquetas de hermano, padre, novio, marido, amigo y demás que siempre llevábamos a todas partes. Esas etiquetas nos pesan, nos obligan a comportarnos tal y como esperan, o como somos delante de esa gente. En cambio cuando estas solo puedes ser tú, quitarte el disfraz y mirarte al espejo y verte a ti, no una persona definida por una relación con otra, sino solamente tú.
 
Hemos de aprender a encontrarnos, saber quienes somos, ver más allá de lo que la vida ha hecho con nosotros y conectar con el yo interior que siempre nos ha guiado, que nos ha aguantado y cuya brújula de la felicidad todavía sigue marcando al norte, haya donde todavía viven los sueños.
 
Así que yo os digo, aprovechar la soledad, disfrutar de vuestro espacio, de vuestro momento de autentica verdad, pararos un momento a miraros al espejo y pensar en quien sois. Y después de eso, salir, buscar a gente, buscar divertiros, o buscar pasar el tiempo vosotros solos, pero siempre sabiendo quienes sois de verdad.
 
Así que la próxima vez que estéis solos, leer mi blog y así no sentiréis que es tan mala la soledad, porque...
a veces estamos solos.

lunes, 1 de octubre de 2012

Vuelve a la carga

Hay veces que miras atrás y ves todo el tiempo que has estado haciendo algo y no te ha servido de nada, pues apenas has avanzado desde que empezaste. Va poco a poco, y no da la sensación de que algo avance.

Mirando el camino que andamos, nos situamos muchas veces en la lejanía cuando nos ponemos a recordar cosas pasadas. Pero cuando nos atascamos, parece que se vuelve una recta interminable que por mucho que andemos no llegamos a ningún sitio.
 
Llegados a este punto, te das cuenta del desperdicio de tiempo que ha resultado invertir en algo que no avanza. Pero muchas veces esto se convierte en frustración, al no ser capaz de sacar nada en claro del asunto.
 
Para estos casos lo mejor es dejarlo un tiempo, que se enfrié, que se pase el tiempo y vuelvas a sentir el fuego de retomarlo. Las cosas cuando se enfrían dan más perspectiva, ves mejor el trabajo hecho, lo que has conseguido, hasta donde has llegado de verdad.
 
La frialdad en la mente da una claridad mayor que cegarse y emperrarse en algo concreto.
 
La virtud de dejar algo y relajarse y distanciarse de ello es muy importante para poder avanzar en cualquier dirección. Estar encima de algo mucho tiempo hace que se pierda la perspectiva, incluso las ganas de continuar.
 
Cuando algo realmente te gusta y quieres finalizarlo, llegar a algo, no importa que lo aparques, pues pasado el tiempo tendrás la necesidad de continuarlo, de reanudar el esfuerzo y llegar a un buen final.
 
Tenemos que dejar a veces apagarse el fuego, para limpiar las cenizas que nos molestan y volver a prender de nuevo la hoguera, más fuerte, con menos errores y aprendiendo de lo hecho mal cuando se hizo la anterior vez.
 
Muchas veces se consiguen mejores cosas dando un par de pasos para atrás y reparando algunos errores cometidos. Es como cimentar bien una casa, es preferible tirar algo mal hecho y repetirlo, que mantenerlo y que finalmente la casa se venga abajo por una mala construcción.
 
Hacer algo mal es acumulativo, pues lo que esta mal hecho siempre pesara mas adelante. Por tanto es mejor rehacer lo que esta mal hecho para poder continuar sin trabas ni errores. Así que deja que las cosas se enfríen y después...
vuelve a la carga.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Preguntar e intentar comprender

Cuando hacemos cosas, siempre pensamos que no molestaran y que resultaran al menos tolerables para el resto del mundo. Pero no nos damos cuenta de que nuestras motivaciones o ideas pueden no ser conocidas y asi mal interpretar las cosas que hacemos.

Aunque la gente dira que podría hablarse, como ya hemos dicho otras veces, tambien hay que tener en cuenta que deberíamos recibir un voto de confianza por parte del resto y preguntar sobre porque se hacen ciertas cosas antes de sacar conclusiones precipitadas.

Llegado cierto punto, hemos de confiar en las intenciones o ideas de las demás personas y preguntar porque hacen ciertas cosas antes de arremeter con nuestra ira o falta de entendimiento sin molestarnos en saber que hay detrás de eso.

Pero no hay que confundir el respetar a una persona y darle un voto de confianza con creer a pies juntillas que siempre hace lo correcto. Todos nos equivocamos y podemos cometer errores o emprender acciones incorrectas sin darnos cuenta.

Por tanto, yo preguntaría siempre antes de quejarme o criticar lo que han hecho otras personas. Siempre es mejor preguntar y asegurarse, que enfadarse y despotricar para darse cuenta posteriormente que se ha hecho sin motivo.

Muchas veces damos por sentado cosas que no son así, solo porque desconocemos lo que pasa en realidad. Sin saber lo que sucede en un determinado momento o las cosas que pasan fuera de nuestro control, no podemos juzgar y desde luego dar lecciones sobre ello.

Siempre hay que permanecer receptivo a las cosas que nos tienen que explicar o contar las personas a las que pedimos explicaciones y no debemos cerrarnos en banda hasta no haber acabado su explicación y hasta no haber preguntado por las cosas que no entendemos.

Así que la próxima vez que algo os moleste... 
preguntar e intentar comprender.

jueves, 16 de agosto de 2012

Hace ya un año

El 1 de agosto del pasado 2011 arranque con la primera entrada "Abierto por vacaciones". En ella intentaba contar como iba a ser este experimento.

La entrada que dio el impulso y supuso la primera entrada de la temática del blog fue "Un cambio". 

El tiempo ha ido pasando y las entradas se han ido acumulando. Quizá unas más acertadas que otras, más cercanas, o simplemente algo indiferente.

La idea ha sido siempre querer comunicar ideas, experiencias, opiniones que pudieran ayudar a otras personas.

Serán los lectores los que deban juzgar lo oportuno o acertado de lo escrito durante este tiempo. 

Personalmente he encontrado la experiencia reconfortante, el explorar y pensar en que escribir ha sido un reto entretenido y a veces algo complicado. Pero ha sido estupendo ver que al menos ha habido gente que ha visitado este blog.

Hoy os dejo tranquilamente, sin nada en que reflexionar. Solo deciros que si os ha gustado hasta ahora, espero continuar captando vuestra atención. Porque todo esto continua. 

Y pensar que empezó...
hace ya un año.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Túmbate y relájate

Llegaron las vacaciones y con ellas muchos viajes, líos, tiempo con la familia, quitarse del estres del trabajo y pasarse al de llevar a los niños. Estas fechas que parecen hechas para relajarse, pueden resultar frustrantes si no se toman adecuadamente.

El cambio de dejar de trabajar, aunque en principio parece una estupenda ayuda para disfrutar, arrastrar los problemas del trabajo puede hacer que empecemos con mal pie este descanso. Tenemos que olvidarnos de las cosas que nos han pasado mientras trabajábamos, debemos dejarlos de lado, ya que no vamos a currar, no sirve de nada seguir con la mente puesta en el trabajo.

Aparte de eso, también hay otros factores que añaden peligros a nuestra idea de descanso. El más general tiene que ver con las personas con las que nos vamos de vacaciones. En este momento pueden surgir tensiones con la gente que vivimos, o de la que cuidamos y que viene con nosotros. 

El problema surge cuando se llevan las costumbres de vacaciones, algunas son molestas y otras surgen de tener que trabajar en ciertos horarios, mal acostumbrándose o impidiendo conocer ciertas tendencias o costumbres de otros habitantes de la casa.

Esto provoca que resulten molestas actividades cotidianas para nuestra gente, o que creamos que tienen que realizar las mismas actividades que hacen en casa cuando estamos trabajando. Hay que comprender que las vacaciones son para todos los que van, no solo para la persona trabajadora. Y la otra parte también ha de comprender que no se puede exigir sin entender que es mucho mejor llegar a un acuerdo que discutir solo porque se tiene razón.

Y esta es una cosa muy importante, pasa en las vacaciones que como queremos relajarnos parece que todo lo que hacen los demás nos molesta. Pero hay que ver que no todo el mundo esta porque no nos relajemos, quizá nuestras espectativas son demasiado irreales. Hay que vivir en este mundo real y darse cuenta que el resto del mundo sigue moviendose, que no se van a parar porque nosotros estemos de vacaciones.

Así que cuando disfrutéis de vuestras merecidas vacaciones, ante todo tranquilidad, relajarse y antes de discutir o de pensar que el mundo esta en tu contra, piensa que todo el tiempo que malgastes discutiendo, enfadándote, quedándote sin hacer lo que te gusta solo porque te enfadaste, todo ese tiempo se esta perdiendo. Por eso yo te aconsejo...
túmbate y relájate.

lunes, 16 de julio de 2012

Dialoga

No siempre se esta de acuerdo en las mismas cosas con otras personas. Muchas otras pasan a ser antagónicas las opiniones. Esto puede crear tensiones, porque ambas partes pueden creerse en poder de la razón y podría devenir en una situación de tensión por no ceder ninguna de los dos ni un ápice.

Lo primero que hay que tener en cuenta en estos momentos es que nadie debe creer desde un principio que tiene absolutamente la razón. Esta no se gana porque si, o porque se grite más fuerte, o cualquier otro absurdo motivo que lleva a discutir.

Para conseguir la razón hay que escuchar a la otra persona, saber lo que dice, ver donde puede estar su error o el nuestro y rectificar convenientemente. Puede pasar que ninguno tenga la idea apropiada, muchas veces las ideas extremistas no son correctas, escuchar a la otra persona te de una visión más general y descubriras que tu idea necesita ciertos retoques, que este nuevo punto de vista te ha dado.

Así que es bueno siempre valorar lo que dicen los demás, porque solo así mejoraremos. También evita tensiones innecesarias. Tenemos que ver más allá de una simple cuestión de tener o no razón. Equivocarnos es bueno, porque solo así se aprende. Pero lo mejor de todo esto es aprender a dejar a un lado ser el ganador y querer demostrar que siempre tienes la razón.

Recordar esto la próxima vez que estés discutiendo y pienses que tienes la razón y la otra persona esta totalmente equivocada. Parate y reflexiona, porque podría ser que aprendieras algo nuevo, pero ante todo porque seguro que evitaras discutir por algo de lo que luego te arrepentirás. Así que no discutas...
dialoga.

lunes, 2 de julio de 2012

La felicidad es efímera

Durante este mes de Junio, coincidiendo con la famosa Eurocopa, he percibido através de las redes sociales la capacidad que tiene la gente para ver todo lo malo en las cosas que dan felicidad a otros. En este tiempo he comprobado como mucha gente no hacía más que aludir a la falsedad, hipocresía y demás cosas al referirse a este tema.

Todo el mundo tiene derecho a opinar, eso esta claro, pero sin faltar al respeto. Si algo no te gusta no lo ves y listo, no que te dedicas a vilipendiarlo y criticar a todos los que si lo hacen, creyéndote por ello mejor. En este caso, el fútbol no trae mejoras económicas, ni sacarnos de la crisis, ni más historias relacionadas con el día a día de un país.

En cambio nos brinda la oportunidad de llegar a algo, de ilusionarse, de soñar con que 11 personas pueden tener en vilo a 20 millones, gracias a un deporte que ha unido ciudades de todos los puntos de España para animar a su selección. Donde puedes decir orgulloso que eres español sin que te llamen de todo, puedes colgar una bandera de España en tu balcón sin que te llamen facha. El mundo cambia, al menos en nuestro país, y parece que todos disfrutan de lo mismo.

Pero que voy a contar de eso, de celebrar un titulo con un desconocido, de celebrar los goles a la vez que 20 millones de personas. De olvidarte durante una noche de tus problemas, de los problemas del país, y dejar libertad para disfrutar como un niño, cuando creías que España no ganaría nada, en ningún deporte. 

Ahora esta de moda ser español, español, español. Pero ya no se puede gritar tan alto, porque siempre hay alguien que te devuelve a la cruda realidad. Si, si, mucho yo soy español y tonto, que eso es un circo, que nos engañan, que España se va a la mierda.

Y digo yo, te crees que no lo se. Se muy bien como estamos, que andamos bastante mal, que nos van a rescatar. Pero acaso por eso mismo no me puedes dejar disfrutar de una de las pocas alegrías que tengo, de ser feliz aunque sean durante los 90 minutos de un partido. De tener el corazón en un puño porque llegue el final del partido y sigamos empate, en vez que llegue final de mes y el banco me gane por goleada.

Yo no quiero a esos que llaman hipócritas a todos, a los que solo malmeten que si esto esta mal, que si mira que cara tienen los jugadores, que nos quieren distraer los políticos. A toda esa gente, yo les doy la enhorabuena, por fin un país encuentra un motivo para sonreir, para soñar, para divertirse todos juntos, incluso en otros países se han reunido los españoles para celebrar la victoria, y vosotros, deseosos de un mundo mejor, solo os dedicáis a increpar la felicidad que lleva un titulo. Criticáis que no dejen hacer manifestaciones por nuestros derechos y que este deporte mueva más a la gente y no entendéis la belleza de ver a casi 1 millón de personas reunidas para celebrar una alegría

A todas esas personas, que tal les sentaría que en su cumpleaños, mientras lo celebran, llegara un buen amigo y le dijera que para que celebra, si su vida sigue siendo una mierda de trabajo, una hipoteca hasta el cuello y un país en crisis que tiene unos ladrones por dirigentes. Seguramente le respondería que por lo menos olvidarse un día de todo y disfrutar.

Exactamente es lo que ha hecho toda España, olvidarse de sus problemas y centrarse en una cosa que nos une a todos y nos divierte. Porque no nos engañemos, dentro de 50 años, cuando nuestros nietos nos pregunten por este año, la mayoría no dirá que estábamos en la crisis, hundidos, rescatados, muchísimos les contaran que España hizo historia en el fútbol. Y gracias a eso, un mal recuerdo como es este 2012, perdurará en la memoria como algo bonito, como un grato momento que recuperaríamos para volverlo a vivir.

Y todos aquellos que dicen que los bomberos de Valencia son unos héroes y no los futbolistas, quiero compartir algo con ellos.

Para mi, hoy y siempre, los bomberos, los médicos, la policía, la gente que ayuda a otras personas sin pedir nada a cambio, todos ellos y muchos más que nunca aparecerán en las noticias, como tu vecina, que pese a no tener trabajo te dedica siempre una sonrisa, o el jubilado de abajo que regala chuches a tu hijo pese a que su pensión apenas le llega. A todos ellos, yo siempre les considero héroes, no porque odie el fútbol y piense que merecen más atención, sino porque ellos siempre, siempre están allí.

Aprender a tener más en cuenta lo que tenéis a diario, y disfrutar de las alegrías que os da la vida. Y si alguna vez tu vecino se alegra por la victoria de algún deportista, piensa que a lo mejor esa es la única alegría que ha tenido en esta semana, o en este mes. Así que respétale y deja que disfrute, porque como todas las cosas buenas de la vida...
la felicidad es efímera.